TOB - 8va semana - Fiesta de la Visitación - María es bendecida - Lc 1, 39-56
Parte del saludo de Isabel en el evangelio de hoy ha llegado a la oración que llamamos el Ave María: "De todas las mujeres eres la más bendita, y bendita es el fruto de tu vientre". Isabel declara a María bendecida porque es la madre del Señor. Ella continúa uniendo esa bendición a su fe, "bendita es la que creyó que la promesa que ella le había hecho por el Señor se cumpliría". Fue por su fe que ella se convirtió en la madre del Hijo de Dios. Fue su rendición en fe a la llamada de Dios, "hágase en mí según tu palabra", que aseguró que ella se convertiría en la madre del Señor. "Me regocijo en Dios mi Salvador". Estas palabras se pueden aplicar a todas las creaturas de Dios, pero se aplican especialmente a la Madre de Dios. Ella sola fue elegida para ese honor, y ardió con amor espiritual por el hijo que ella tan felizmente concibió. Por encima de todos los demás santos, Ella verdaderamente se regocijó en Jesús, su salvador, porque sabía que