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Mostrando las entradas de marzo, 2017

Ganando corazones, no argumentos - Jn 5, 31-47 - Jueves, 4ta semana de Cuaresma A

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Hoy nuestras lecturas se centran en las quejas y las críticas, una respuesta humana muy común a los acontecimientos.  ¡Nuestros antepasados ​​judíos se quejaban de todo en su largo camino a través del desierto del Sinaí! Dios le hace notar a Moisés lo rígido que tenían sus cuellos, no quieren ser guiados. ¡Hasta el Señor se cansa y se aburre de tanto talán, talán! Quiere renunciar a ellos y comenzar una nueva nación, fundada ya no en Abraham, sino en Moisés y sus hijos. "Haré de ti una gran nación".  ¿Viene de Yahvé esta actitud o es una proyección de la propia frustración de Moisés? Moisés mismo había dudado a veces. Lo hizo cuando Yahvé le pidió golpear la roca para sacar agua (Núm. 20, 6-13).  Si a veces Moisés confunde su propio estado de ánimo con la voluntad de Dios, entonces refleja bien lo que a veces nos pasa a nosotros mismos que, como Moisés, también podemos pensar que nuestras deseos y necesidades deben ser la expresión de la santa voluntad de Dio

Imágenes de renovación - Mt 5, 17-19 / Miércoles 3ra. Semana de Cuaresma A

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Jesús fue un gran innovador de las imágenes para describir lo que es importante en la vida. Utilizó la imagen de vino nuevo para su describir su ministerio, declarando que su vino nuevo  requería odres nuevos. En otras palabras, Él ya no haría las cosas de la forma tradicional no con la misma mentalidad.  Jesús, sin embargo, tenía también tenía gran respeto por su cultura,  sus raíces y su propia tradición judía. Las Escrituras de su pueblo lo alimentaban y lo inspiraban. El evangelio nos presenta a Jesús declarando que él no ha venido a abolir la ley y los profetas sino a darle su verdadero sentido, a completarlos, a sacarle todo ese ropaje innecesario con el que los "intérpretes autorizados" la habían revestido hasta ocultarla. Jesús no pretendía empezar desde cero. Había mucha riqueza en la tradición de su propio pueblo que valoraba y amaba, pero quería enriquecer esa tradición y llevarla a su mayor plenitud. Jesús vino a renovar la tradición de Israel y no a reempla

Reconociendo la Gracia - Lc 11, 14-23 / Jueves 3ra Semana de Cuaresma A

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Algunas personas del tiempo de Jesús pensaban y vivían completamente equivocadas declarando que Jesús curaba gracias al poder de Satanás. En vez de reconocer que Dios estaba trabajando poderosamente en Jesús, declaraban que era Satanás quien estaba trabajando en su vida. Es difícil concebir que se pueda vivir en un error mayor que este. Estaban convirtiendo el bien en un mal y al mal lo llamaban bueno. Los fariseos hablan desde una perspectiva lógica particular. Estaban frente a un poder sobrenatural, y no creían que Jesús fuera el Hijo de Dios; por eso, eliminan la posibilidad de que tal poder venga de Dios. Plantean más bien que ese poder debía venir del mundo invisible de las tinieblas, de modo que atribuyeron la sanidad al poder de Belzebú. En respuesta a su grave error de juicio, Jesús declaró que su obra de sanación fue hecha a través del dedo de Dios. Dios trabaja en Jesús aunque algunos de sus contemporáneos no puedan verlo. Muchas veces, también nosotros podemos se

Pidan con confianza - Mt 7, 7-12

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Las primeras palabras de Jesús en este evangelio nos alientan a ser buscadores, 'pide, y se te dará; Busca y lo encontrarás; Llama, y se te abrirá la puerta. "¿Qué debemos buscar? ¿Qué debemos pedir? La respuesta simple es buscar al Señor y su voluntad para nuestras vidas. Muchos de estos buscadores son mencionados en los evangelios. Entre muchos otros, me viene a la mente Zaqueo. Su historia nos recuerda que el Señor a quien buscamos es el que siempre nos busca. En la mesa con Zaqueo, Jesús habló de sí mismo como el Hijo del Hombre que vino a buscar y salvar a los perdidos. Debido a que nunca podremos encontrar completamente al Señor en este lado de la eternidad, siempre lo estaremos buscando a él. Aquí estamos siempre en camino hacia el Señor, sin llegar nunca a nuestro destino. Como Abraham, estamos siempre en camino respondiendo al llamado del Señor. En las palabras de San Pablo en su carta a los Filipenses, nos esforzamos en ir 'hacia adelante, a lo que está por