Trabajo y oración - Lc 4, 38-44 - Semana 22 TOA, Miércoles

Nuestro evangelio describe a Jesús curando a la gente en Capernaum, al aterdecer todavía estaba trabajando, poniendo sus manos sobre los enfermos. Sin embargo, en medio de su trabajo, también encontramos a Jesús en oración; cuando llegó la luz del día, salió de la casa y se dirigió a un lugar solitario. 

Había mucho trabajo por hacer, y, sin embargo, Jesús sabía el valor de detenerse y encontrar tiempo para la oración, para recargarse y hablar con su Padre. Mientras la gente realmente aprecia su trabajo, no parecen apreciar tanto su necesidad de oración. Cuando Jesús fue al lugar solitario para orar, las multitudes fueron a buscarlo, y cuando lo alcanzaron, trataron de impedir que los dejara.

Quizás nuestros propios tiempos son iguales a los de la gente del tiempo de Jesús, no son muy diferentes. Se pone a menudo un valor más alto al trabajo, especialmente en las buenas obras, que en la oración. 

Sin embargo, fue por su oración que Jesús fue capaz de resistir los esfuerzos del pueblo de Capernaum para aferrarse a él. Fue debido a su oración que él pudo seguir tomando el camino que Dios quería que él tomara, más que el camino que otros querían que él tomara. La oración ayudó a Jesús a seguir haciendo el trabajo de Dios, en lugar del trabajo que otros querían asignarle. 

En nuestras propias vidas también, la oración puede ayudar a asegurar que el trabajo que hacemos sea obra de Dios y no nuestra, una obra que está de acuerdo con el propósito de Dios para nuestras vidas.

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Lecturas Bíblicas en Lenguaje Latinoamericano, Miércoles, Semana 22, TOA

Primera lectura: Col 1, 1-8 
Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Timoteo, nuestro hermano, les deseamos la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, a ustedes, los hermanos santos y fieles en Cristo, que viven en Colosas.

En todo momento damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, y oramos por ustedes, pues hemos tenido noticia de su fe en Jesucristo y del amor que tienen a todos los hermanos. A esto los anima la esperanza de lo que Dios les tiene reservado en el cielo. De esta esperanza oyeron hablar cuando se les predicó el Evangelio de la verdad, que está dando fruto creciente en todo el mundo, igual que entre ustedes, desde el día en que lo escucharon y tuvieron conocimiento verdadero del don gratuito de Dios. Así lo aprendieron de Epafras, que ha trabajado con ustedes y que es un fiel servidor de Jesucristo; él fue quien nos informó acerca del amor que el Espíritu Santo ha encendido en ustedes.

Salmo Responsorial: Salmo 51, 10. 11 / R. Confío para siempre en el amor de Dios.
Como verde olivo en la casa de Señor,
confío para siempre en el amor de Dios.
R. Confío para siempre en el amor de Dios.
Siempre te daré siempre gracias, Señor,
por lo que has hecho conmigo.
Delante de tus fieles proclamaré todo lo bueno que eres.
R. Confío para siempre en el amor de Dios.

Aclamación antes del Evangelio: Lc 4, 18
R. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva
y proclamar la liberación a los cautivos.
R. Aleluya.

Evangelio: Lc 4, 38-44 
En aquel tiempo, Jesús salió de la sinagoga y entró en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron a Jesús que hiciera algo por ella. Jesús, de pie junto a ella, mandó con energía a la fiebre, y la fiebre desapareció. Ella se levantó enseguida y se puso a servirles.

Al meterse el sol, todos los que tenían enfermos se los llevaron a Jesús y él, imponiendo las manos sobre cada uno, los fue curando de sus enfermedades. De muchos de ellos salían también demonios que gritaban: "¡Tú eres el Hijo de Dios!" Pero él les ordenaba enérgicamente que se callaran, porque sabían que él era el Mesías.

Al día siguiente se fue a un lugar solitario y la gente lo andaba buscando. Cuando lo encontraron, quisieron retenerlo, para que no se alejara de ellos; pero él les dijo: "También tengo que anunciarles el Reino de Dios a las otras ciudades, pues para eso he sido enviado". Y se fue a predicar en las sinagogas de Judea.

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