TOA - Viernes, Semana 30 - Guardando el Sábado - Lc 14, 1-6

Una vez más, fue el sábado judío y Jesús estaba haciendo lo que mejor hace: ¡enseñar, sanar y meterse en problemas! Esta maravillosa historia tiene dos elementos muy reconocibles: Jesús se extiende en alegría y derriba las barreras mientras los fariseos refunfuñantes alborotan, exasperados. 

Podemos preguntarnos: "¿No nos contó esa historia la lectura del Lunes pasado?" (Lc 13, 10-17)  De hecho sí, porque San Lucas nos cuenta dos versiones de esa cura del sábado. O más bien, ambas curas tuvieron lugar en el día de reposo; ambos conducen a una discusión con las autoridades religiosas sobre lo que requiere el sábado, y en ambos casos, Jesús sale victorioso. 

Pero las dos historias no son idénticas. 
Uno se encuentra en una sinagoga, y el objetor fue el supervisor de la sinagoga. 
Hoy está en la casa de un fariseo, sin mencionar una sinagoga. 
En la otra historia, fue una mujer artrítica que fue sanada; hoy es un hombre con 'hidropesía', porque sus extremidades estaban hinchadas de líquido. 
El vínculo es que la cura causó mucho regocijo por parte de todos, excepto por una minoría rígida. Estos críticos no pueden aceptar la forma en que Jesús, un maestro de fe, aparentemente puede burlar la ley de Dios, rompiendo el mandamiento de no hacer ningún trabajo en el día de reposo.

Cualquier relajación de la prohibición moral es vista por algunos como desobediencia a la clara ley de Dios. Con este tipo de cosas acusaban a Jesús todo el tiempo. Por supuesto, el Evangelio también dice que vino "no para abolir la ley de Dios, sino para cumplirla" y, sin embargo, San Mateo admite tácitamente que Jesús no trató la ley divina como lo hicieron otros líderes religiosos. Tenían reglas claras sobre lo que podía y no podía hacer en sábado; pero Jesús mostró una libertad para discernir cuándo la misericordia debe anular las reglas, la trata de manera más humana y por lo tanto divinas.

Jesús respondió a las necesidades humanas en un nivel verdaderamente humano. Sus oponentes hablan sobre lo que la ley de Dios nos prohíbe hacer. Jesús miró a las mujeres y hombres que lo rodeaban. ¡Acaso éstos no valen más que los bueyes y los burros? ¿No deberíamos ayudarlos más que a los animales? De hecho, hay algo secular y rebelde pero lleno de amor acerca de Jesús, cada vez que se cita la ley de Dios, Jesús siempre, siempre afirma la vida.

____________________________________

Lecturas Bíblica en Lenguaje Latinoamericano, Viernes, semana 30 TOA

Primera lectura: Rom 9, 1-5
Hermanos: Les hablo con toda verdad en Cristo; no miento. Mi conciencia me atestigua, con la luz del Espíritu Santo, que tengo una infinita tristeza y un dolor incesante tortura mi corazón.

Hasta aceptaría verme separado de Cristo, si esto fuera para bien de mis hermanos, los de mi raza y de mi sangre, los israelitas, a quienes pertenecen la adopción filial, la gloria, la alianza, la ley, el culto, las promesas. 

Ellos son descendientes de los patriarcas; y de su raza, según la carne, nació Cristo, el cual está por encima de todo y es Dios bendito por los siglos de los siglos. 
Amén.

Salmo Responsorial: Salmo 147, 12-13. 14-15. 19-20 / R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios.
Glorifica al Señor, Jerusalén; a Dios ríndele honores, Israel.
El refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa.
/ R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios.
El mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre.
El envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente.
/ R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel.
No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
/ R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios.

Aclamación antes del Evangelio: Jn 10, 27R. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen.
R. Aleluya.

Evangelio: Lc 14, 1-6
Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Había allí, frente a él, 
un enfermo de hidropesía, y Jesús, dirigiéndose a los escribas y fariseos, les preguntó: "¿Está permitido curar en sábado o no?"

Ellos se quedaron callados. 
Entonces Jesús tocó con la mano al enfermo, 
lo curó y le dijo que se fuera. 
Y dirigiéndose a ellos les preguntó:
"Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su burro o su buey, 
¿no lo saca enseguida, aunque sea sábado?" 
Y ellos no supieron qué contestarle.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cuando el ministerio va bien - Lucas 8,1-3

Nuestro potencial interno - Lucas 8:4-15

TOC - Eclesiástico 2, 1-13 - Prepárate para las pruebas - Martes de la Semana de Pentecostes (7 sem)