¿Qué será de nosotros? - Mc 10, 28-31 - Martes 8va semana TOA



El Evangelio de hoy comienza con una pregunta de Pedro: "¿Y nosotros qué? Sabes que lo hemos dejado todo y te hemos seguido. "Pedro y el resto de los doce habían sacrificado mucho para convertirse en seguidores de Jesús. Su vida, sus proyectos, sus sueños, todo se había trastocado desde que conocieron a Jesús y decidieron seguirlo. A estas alturas de su seguimiento, puede que se hayan preguntado si realmente valió la pena.

Muchos de nosotros también hemos respondido a la llamada del Señor, tal vez no de la misma manera radical que los primeros discípulos habían respondido a su llamada, dejando su vida y su familia por un futuro muy incierto. Tal vez en nuestros días de descanso, cuando las ocupaciones dejan de distraernos de lo que pasa en nuestro interior, podríamos estar tentados a preguntar como Pedro; "Vale la pena el esfuerzo, este seguimiento de Jesús, esta lucha por vivir los valores del Evangelio día tras día, este sacrificarse por otros que ni siquiera agradecen lo poco o mucho que hacemos por ellos". La respuesta de Jesús a Pedro es también la misma para todos nosotros "sí, vale la pena el esfuerzo." En el evangelio de hoy, Jesús nos promete que cuando respondemos a su llamado, cuando nos entregamos a los otros por su causa, recibimos mucho más de lo que damos.

Jesús nos recuerda que cuando nos donamos, ganamos una nueva experiencia de familia, una que va mucho más allá de las fronteras de nuestra familia de sangre, nos integramos a la familia de los creyentes. Nos encontramos de repente viajando con otros que tratan de tomar el mismo camino que nosotros; experimentamos la riqueza de la iglesia, la de la comunidad de los seguidores del Señor. Esa comunidad nos envuelve, nos integra y nos hace uno con los que están en nuestro camino de peregrinación, con todos los que han partido más allá de esta vida, incluyendo a los santos, esa "gran nube de testigos".
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En aquel tiempo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte''.


Jesús le respondió: 
"Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres e hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna.

Y muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros".

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