2do Jueves de Pascua, A / San José Obrero

En 1955, el Papa Pio XII establece la fiesta de San José Obrero para enfatizar la dignidad del trabajo. Lo nombra modelo y protector de todos los trabajadores.

Gen 1,26−2,3: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza

Salmo responsorial 89: Señor, consolida las obras de tus manos 

Mt 13,54-58: ¿No es éste el hijo del carpintero?

Hablando nuestra verdad con amor

A veces puede ser difícil distinguir entre la fortaleza interior y el espíritu terco y confrontacional. Como podemos saber si nuestras convicciones vienen de Dios y las debemos obedecer a todo costo, o si nuestra resistencia a la autoridad está solo enraizada en el orgullo? Muy pocos han recibido revelaciones desde lo alto, entonces cómo podemos saber si Dios es quien realmente nos está inspirando? 

Seguir a Jesús y hablar en su nombre supone caminar el camino de la cruz con Él. Jesús fue clavado en una cruz, la más dolorosa y vergonzosa de las muertes públicas. El texto de Hechos “Damos testimonio, de lo mismo que el Espíritu Santo” puede darnos una clave para decidir si estamos siguiendo a Jesús. El Espíritu Santo viene a nuestros corazones cuando lo invitamos seguido en nuestra oración personal.  

Podemos consultar con el Espíritu Santo cuando revisamos nuestras ideas con algunos consejeros honestos. Es bueno tener quien nos diga nuestra verdad tal y como es. La oración y el acompañamiento espiritual pueden demandar de nosotros cambios que nos ayudarán a crecer más allá de nuestras obsesiones y zonas de comodidad. Para ver si lo que hacemos viene de la verdad cristiana, Pedro pide remontarnos al Dios de nuestros antepasados. Pongo atención a la Biblia y la escucho en la Liturgia de manera que me ayude a formar mi espíritu en línea con la fe de la Iglesia primitiva?  

Necesitamos chequear esto para adquirir una espiritualidad válida e integral. Si solo escogemos lo que nos conviene, puede que simplemente estemos reforzando nuestro propio cansancio y terquedad. Hay que respetar las creencias y devociones antiguas para que en nuestra presente puedan florecer las semillas que fueron plantadas en el pasado. Entonces, nuestras palabras, lo mismo que las de Jesús, darán testimonio de lo que hemos visto y oído.

José, el compañero inseparable de María es propuesto hoy por la Iglesia como el compañero fraterno y solidario de todos los trabajadores del mundo, por eso le da el título de obrero. 

En muchos lugares del mundo coincide con la fiesta del día del trabajo. Hoy también honramos la memoria de San José Obrero, y oramos por las personas que trabajan en todas partes.  Algunas palabras acerca de la responsabilidad que decía por el Papa de Francisco en otro día festivo de San José (19 de marzo de 2013) puede ser útil en este caso:  "La vocación de ser un tutor no es solo algo relacionado con nosotros, los cristianos solo; sino que también tiene una dimensión anterior a lo simplemente humano, que implica todos. 

Significa respetar cada una de las criaturas de Dios y el respeto al medio ambiente en el que vivimos. Significa proteger a las personas, mostrando interés amoroso para todos y todas las personas, especialmente los niños, los ancianos, los necesitados, que a menudo son los últimos en los que pensamos. Todo ha sido confiado a nuestra protección, y todos somos responsables de la misma. Sean guardianes de los dones de Dios!  Me gustaría pedir a todos aquellos que tienen cargos de responsabilidad en la vida económica, política y social, y todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos guardianes de la creación, guardianes del plan de Dios inscrita en la naturaleza, guardianes unos de los otros y del medio ambiente. 

Quisiera añadir una cosa más: el cuidado, la protección, exige bondad, exige una cierta ternura. 

En los Evangelios, San José aparece como un hombre fuerte y valiente, un hombre de trabajo, sin embargo, en su corazón, vemos una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien un signo de fortaleza de espíritu y una gran capacidad de preocupación, por compasión, de una genuina apertura a los otros, solo por amor. No debemos tener miedo de la bondad, de ternura! "

Lecturas para el 2do. Jueves de la Pascua / Fiesta de San José Obrero

Hechos 5, 27-33: Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo 

En aquellos días, los guardias condujeron a los apóstoles a presencia del Sanedrín, y el sumo sacerdote les interrogó: "¿No les habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, han llenado Jerusalén con su enseñanza y quieren hacernos responsables de la sangre de ese hombre." 

Pedro y los apóstoles replicaron: "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes mataron, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. 

Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen. "Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos. 

Salmo responsorial: 33:

Bendigo al Señor en todo momento, 

su alabanza está siempre en mi boca.

Gusten y vean qué bueno es el Señor, 

dichoso el que se acoge a él. 

R./ Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha. 
El Señor se enfrenta con los malhechores, 

para borrar de la tierra su memoria. 

Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias. 

R./ Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha. 

El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. 

Aunque el justo sufra muchos males, de todos lo libra el Señor. 

R./ Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha. 

Jn 3, 31-36: El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano 

El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica la veracidad de Dios. El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. 

El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. 

El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.