1er. Viernes Pascua / Creciendo sobre la base de la gracia de Dios

1ra. Lectura: Hechos 4: 1-12 La fe de Pedro en Jesús: "No hay otro nombre en que podamos ser salvos!"

Evangelio: Juan 21: 1-14: Reunión Cristo resucitado junto al lago de Galilea, y la pesca milagrosa.

Los apóstoles regresaron al punto de partida. Volvieron a su Galilea, donde retomaron su profesión de pescador. Aunque hacían lo mismo de antes, sus vidas habían sido transformadas por su contacto con Jesús, y cuando se volvieron a encontrar con él en la orilla del lago, lo reconocieron, tiraron la red como les aconsejó, y oyeron sus consejos para vivir su futuro, re-interpretando su pasado.

Muchos rasgos de la vida pasada de una persona contribuyen a su apostolado presente; en el caso de los apóstoles, ellos ahora deben salir como pescadores de hombres. 

El rasgo principal del Pedro de ser un generoso pero impulsive líder de este pequeño grupo, lo usa Jesús para hacer de él el pastor de toda la Iglesia. Él pudo haber negado al Señor en el pánico de la Pasión, pero su corazón es fiel, y su experiencia personal en la debilidad lo hace el más adecuado para dirigir una iglesia de pecadores, en camino hacia la santidad. También esos aspectos de nuestro propio pasado que a veces tendemos a descartarlos como triviales, pueden ser convertidos por Dios en pilares de nuestro futuro profesional.

  

Del mismo modo en que los discípulos regresaron a su lugar de origen (Galilea) donde tuvieron su primera   experiencia de encuentro con Jesús, y a su antiguo oficio (pesca) que les ayudó a ganarse la vida; nosotros también debemos actualizar el momento de nuestro primer y verdadero encuentro con Jesús,  y recordar nuestra propia ascendencia y herencia, de donde venimos y qué debemos hacer. 

No necesitamos avergonzarnos de nuestro pasado, y menos sentirnos paralizado por cualquier parte o dimension de el. Si descubrimos la gracia de Dios en nuestras propias vidas, podremos transmitir el mensaje de tranquilidad y paz a los demás. 

Ese que dice: "la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular." Y como San Pablo dice: "para los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan para su bien "( Romanos 8:28)